Este libro es una de las obras más importantes en la sociología del comportamiento humano. Goffman utiliza la metáfora del "teatro" para describir cómo los individuos presentan una imagen específica de sí mismos en las interacciones sociales, buscando controlar las impresiones que otros tienen de ellos. Esta obra introduce el concepto de "análisis dramatúrgico" y es un texto clave para el estudio de las interacciones sociales.