En esta obra, Sandoz reúne ensayos de varios autores que exploran la influencia de documentos históricos, como la Magna Carta de 1215, en el desarrollo de las ideas sobre la libertad y el gobierno limitado. La Magna Carta es presentada como un hito en la lucha contra el abuso del poder monárquico y como un símbolo de la importancia de la ley en la protección de los derechos individuales.

Los ensayos abordan el concepto de la "constitución antigua", que se refiere a la tradición constitucional que antecede a la constitución escrita moderna. Se analiza cómo estas tradiciones han informado y dado forma a la evolución del derecho y de las instituciones políticas en Inglaterra y en América.

Además, los autores discuten el legado de estos documentos y principios en la formación de los Estados Unidos, destacando cómo la Revolución Americana y la Constitución de 1787 se basaron en los ideales de la Magna Carta y la tradición del estado de derecho.