Joven, en busca de su camino, recién salido de la escuela de negocios, Phil Knight pidió prestados cincuenta dólares a su padre y lanzó una empresa con una simple misión: importar zapatillas de correr de alta calidad y bajo costo desde Japón. Vendiendo las zapatillas desde el maletero de su Plymouth Valiant, Knight obtuvo ocho mil dólares en su primer año, 1963. Hoy en día, las ventas anuales de Nike superan los 30 mil millones de dólares. En esta era de nuevas empresas, Nike de Knight es el estándar de oro, y su swoosh es más que un logotipo. Un símbolo de gracia y grandeza, es uno de los pocos íconos reconocidos instantáneamente en cada rincón del mundo.

Pero Knight, el hombre detrás del swoosh, siempre ha sido un misterio. Ahora, en una memoria que es sorprendente, humilde, sin filtros, divertida y bellamente elaborada, finalmente cuenta su historia. Todo comienza con un momento clásico de encrucijada. Con veinticuatro años, viajando con mochila por Asia, Europa y África, luchando con las Grandes Preguntas de la vida, Knight decide que el camino no convencional es el único para él. En lugar de trabajar para una gran corporación, creará algo propio, algo nuevo, dinámico, diferente. Knight detalla los muchos riesgos aterradores que encontró en el camino, los reveses aplastantes, los competidores despiadados, los innumerables detractores y odiadores y banqueros hostiles, así como sus muchas victorias emocionantes y escapes estrechos. Sobre todo, recuerda las relaciones fundamentales que formaron el corazón y el alma de Nike, con su antiguo entrenador de atletismo, el irascible y carismático Bill Bowerman, y con sus primeros empleados, un grupo heterogéneo de inadaptados y genios que rápidamente se convirtieron en una banda de hermanos obsesionados con el swoosh.

Juntos, aprovechando el poder electrizante de una visión audaz y una creencia compartida en el poder redentor y transformador del deporte, crearon una marca y una cultura que lo cambiaron todo.