En esta obra, Kennedy analiza los desafíos globales que se enfrentarán en el siglo XXI, como el crecimiento de la población, los avances tecnológicos, el deterioro ambiental, y la creciente desigualdad entre naciones ricas y pobres. El autor, conocido por su enfoque en la interacción entre economía y estrategia en la historia, ofrece una visión profunda sobre cómo estos problemas afectarán a diferentes regiones del mundo, incluyendo Europa, Estados Unidos, Japón y países en desarrollo.