El libro detalla la creación y desarrollo de las Orquestas Sinfónicas Esperanza Azteca, un proyecto que busca proporcionar a los jóvenes mexicanos la oportunidad de participar en la música clásica y en la formación orquestal. Estas orquestas están compuestas principalmente por niños y adolescentes de comunidades desfavorecidas, lo que les permite acceder a una educación musical de calidad y fomentar su desarrollo personal y social.

Se enfatiza la importancia de la música como una herramienta de transformación social, que ayuda a los jóvenes a desarrollar habilidades como la disciplina, el trabajo en equipo y la autoestima. A lo largo de la obra, se presentan testimonios de jóvenes músicos, maestros y padres de familia que han sido beneficiados por el programa.

Además, el libro explora la relación de las orquestas con la identidad cultural mexicana, resaltando su contribución a la difusión de la música clásica y la tradición musical del país. Se analiza cómo estas orquestas han logrado mantenerse en el tiempo y convertirse en un símbolo de esperanza y constancia para las comunidades en las que operan.